Las partes principales de una carretilla elevadora
Son muchas las empresas que deben utilizar a diario una carretilla elevadora, ya que estas ayudan a la hora de facilitar el proceso de transporte, almacenaje y elevación. Son indispensables y, por ello, ante cualquier problema en su funcionamiento es necesario acudir a un taller de carretillas elevadoras de inmediato para minimizar los efectos de su avería.
Partes de una carretilla elevadora
Una carretilla elevadora se encuentra dotada de las siguientes partes principales:
- Cabina: En ella se sitúan el asiento, pedales, tablero de instrumentos, volante y todos sus mandos e interruptores. Habitualmente se encuentra cubierta con un protector de cabeza.
- Brazo telescópico: Este mástil de elevación permite posicionar y elevar cargas. Ante cualquier problema en su funcionamiento es necesario acudir a un taller de carretillas elevadoras, ya que puede suponer un riesgo para los trabajadores.
- Bastidor: Es la estructura en la que están instalados todos sus componentes.
- Contrapeso: Es imprescindible para equilibrar las cargas.
- Tablero porta horquilla: Es una placa fijada en el mástil que permite acoplar y sujetar horquillas y otros elementos.
- Horquillas de carga: Son fundamentales, ya que con ellas se recogen los palés y se pueden apilar.
- Grupo motor y transmisión: Está formado por elementos que accionan ejes, grupos motores y directores.
- Sistema de dirección: En él se sitúa el volante, que permite dirigir la carretilla. Puede ser mecánico, eléctrico o hidráulico.
- Sistema de alimentación de energía: Trata las diferentes maneras de alimentación de combustible o baterías, en función del tipo de batería.
- Sistema de frenado y seguridad: La carretilla elevadora debe contar con un sistema que permita limitar la velocidad de la máquina, además de diferentes elementos que garanticen la seguridad del operario y de quienes lo rodean.